La marca coreana potencia
la imagen de marca con la primera incursión en el segmento Premium de las
berlinas deportivas Gran Turismo, de cinco puertas, cinco plazas y 4,83 metros
de longitud. Ahora la hemos podido probar a fondo en la versión diesel de 200 CV. Si hay una tónica que nos ha
acompañado en estos días es la admiración y curiosidad ante su presencia por
parte de los automovilistas. Realmente su estampa es espectacular. No es casual
tanta expectación, puesto que conducimos un deportivo diseñado en el centro de
Kia en Frankfurt y esto quiere decir que está pensado para el gusto europeo,
incluida su puesta a punto.
Delante destaca la
parrilla “Tiger Nose” con los faros LED de proyección de luz variable. Una
visión contundente con las grandes entradas de aire en vertical y también justo
detrás de los pasos de rueda. La bella estética lateral acaba con un alerón en el
portón del maletero (capacidad de 406 litros a 1.114 con los respaldos abatidos,
cifras muy buenas para este tipo de coche). Refuerza la deportividad el difusor
con la doble salida de escape y las originales llantas de 18 pulgadas o de 19
en las versiones GT, montando los conocidos frenos que firma Brembo.
La gama del Stinger se
compone de tres variantes: la diesel 2.2
turbo de 200 CV, un gasolina 2.0 turbo de 255 CV y el 3.3 litros V6 Biturbo de
370 CV, con los acabados Style, xTreme, GT Line y GT. Precios; entre 37.900 y
54.150 euros. El cambio de marchas es automático de 8 velocidades, un cambio
secuencial que podemos usarlo desde las levas tras el volante, para extraer el máximo rendimiento de este
motor potente y silencioso.
Por dentro me gusta la
mezcla de los dos ambientes, entre deportivo y de lujo exquisito. Un volante en
cuero, el cuadro de relojes analógicos redondos como mandan los cánones
deportivos, con la zona central de información
muy clara como por ejemplo cuando expone los cinco posibles perfiles de
conducción del Drive Modo Select: Smart, Eco, Comfort, Sport y Sport+. También
encuentro acertada la ubicación de la pantalla digital de 7 pulgadas ( de 8” en
los GT Line y GT) situada en la parte superior de la consola central que cuenta
con menús de todo tipo, desde el tiempo por vuelta si rodamos por circuito, la
temperatura del aceite o la fuerza G lateral. Genial. Por lo que respecta a la
conectividad, el Stinger equipa un navegador con conexión Android Auto y
servicios TomTom. Informaciones que proyecta al parabrisas delantero el sistema
Head-Up Display en color que nos permite tener más control, sin apartar la
vista de la carretera. Decía también de lujo, puesto que los acabados en cuero son
excelentes. Además disponemos de un buen equipo de sonido y el sorprendente
espacio para los cinco ocupantes, que no siempre es así con un coche de silueta
de coupé.
El Stinger tiene todos
los ingredientes para hacernos disfrutar de unas sensaciones propias de un gran
deportivo. La estabilidad de la suspensión activa es brutal. Por último y
siempre que hablamos de Kia tenemos que hacer mención a su garantía de hasta 7
años y 150.000 kms.
Cilindrada: 2.199 cc /
Potencia: 200 cv / Peso: 1.778 kg / Tracción: trasera / Aceleración 0 a 100 km/h: 7,6 segundos /
Consumo medio: 5,6 l/100km / Precio: 37.900 euros.