VW Passat


Elegancia. La octava generación de este súper ventas, presente desde 1973, que ya lleva más de 22 millones de unidades vendidas en los 41 años de historia, vuelve a revolucionar el asfalto con una berlina Sedán de cuatro puertas y otro carrocería familiar Variant de cinco que se acercan y, de qué manera, a las tan apreciadas competidoras de categoría Premium.

El salto cualitativo en modernidad y tecnología es tan grande que ya se evidencia solo dando un vistazo a su imagen exterior. Una línea estilizada por encima de todo, se mire por donde se mire. Desde el perfilado y minimalista frontal donde los cromados, como también sucede en los marcos de las puertas, laterales hasta la parte de detrás toman un especial protagonismo con un aire refinado y distinguido. Me gusta mucho que las barras horizontales cromadas de delante se dibujen como una sola pieza con los faros y que en la marcada nervadura lateral se hayan integrado las manecillas para abrir las puertas. Genial.

El sumum de la vistosidad son  los grupos posteriores en led, cuando señalizan si frenamos porque cambian la disposición de la franja de luz de horizontal a vertical. Ahora sus dimensiones son un poco más compactas que la edición anterior en 2 mm, pero aumenta la distancia entre ejes en 79 mm (2,79 m) para poder ofrecer más espacio para los pasajeros, ya que se han desplazado las ruedas hacia los extremos , delante y detrás. También ha variado en altura y anchura. O sea que es más bajo y más ancho. Atractivo, de verdad.


Por dentro, la sensación de espacio es una de las notas más destacadas. Tenemos ante nosotros  mucha información en un diseño limpio, sin cargar en excesivamente la configuración del cuadro de instrumentación. Detalles como la moldura cromada que recorre la parte superior y que queda perfectamente integrada con las salidas del aire de la climatización o la información en 2D o 3D sobre una generosa pantalla TFT central de 12,3” de alta resolución que interacciona con nuestro smartphone o el nuevo sistema Head-up-Display que proyecta las info más relevantes en una pequeña pantalla transparente situada frente el conductor sin tener que apartar la vista de la carretera. De todos modos tampoco quiero dejar de explicarles el fabuloso espacio para las piernas de los ocupantes del asiento trasero y, sobre todo, la perfecta posición al volante. Sin duda, unos de sus grandes puntos fuertes, así como la increíble facilidad de conducción, sello de identidad que Volkswagen ha mantenido en cada generación del Passat.

La gama mecánica inicial consta de motores más eficientes de gasolina TSI en cuatro cilindros de 125 a 180 CV y diesel  TDI de 120 a 240 CV. También llegará un híbrido enchufable GTE de 218 CV. Precios; entre 26.200 y 46.950 euros, en versiones “Edition”, “Advance” y “Sport”.


En el primer contacto escogí el 2.0 TDI BlueMotion de 150 CV porque creo que será una de las opciones más vendidas (autonomía 1.400 kms). Montaba el conocido cambio automático secuencial de 6 marchas DSG de doble embrague. Una facilidad añadida a las buenas prestaciones de este conocido propulsor que siempre se muestra muy agradable, silencioso y ahorrador de combustible. Complemento ideal a la percepción exquisita de seguridad y confort que transmite en cualquier tipo de trayecto. Por otro lado, si se desea un plus más elevado de deportividad y diversión, la elección es el 2.0 TDI de 240 CV, con tracción total 4Motion, cambio DSG7 y 5,3 litros de consumo. Una gozada.

Cilindrada: 1.968 cc / Potencia: 150 cv / Aceleración de 0 a 100 km/hora: 8,7 segundos /  Consumo medio: 4,4 l/100km / Peso: 1.501 kg. / Precio: 30.200 euros. (2.0 TDI 150 Edition).