Una apasionante historia que empezó el 5 de junio de 1953 con el 1400 que ponía en marcha la industria de la automoción española y con la llegada en el 57 del 600 puso a toda España en movimiento. Qué recuerdos. Toda la familia nos desplazábamos a la playa los fines de semana en un 600D que estrenó mi padre nada más sacarse el carnet de conducir. Luego hizo un cambiazo a un SEAT 124 blanco, precioso, amplio, confortable... un auténtico lujo para la época.Pues bien aquí me tenéis publicando la visita en imágenes del museo que tiene la marca española con la exposición de los principales modelos de estos 70 años de historia, bajo la tutela de los SEAT Históricos. Miro de reojo al primer 600, me llama la atención también el 1500, que este año también está de celebración cumpliendo el 60 aniversario, el Códoba 30 años ya contemplo el 127, mi primer coche. Era rojo matrícula B BC que pude comprar de segunda mano con mis ahorrillos, después de dos Vespino GL.
Y allí estaban coches que admiraba/admiro como el 1200 Sport (Bocanegra), el 124 Sport, 1430 y mirando de reojo al 124 FL 90 en un rojo que me gustaba y mucho... Fue entonces cuando me transporté a mayo del año pasado que tuve la oportunidad de conducir un flamante 124D por una ruta que nos preparó el equipo de SEAT históricos por los súper conocidos tramos de rallyes.
Este finde se cumplió otro sueño, un sueño echo realidad, con la aceptación de la propuesta por parte del Departamento de Prensa de SEAT de poder asistir al fenomenal evento del Espíritu de Montjuic en el Circuito de Catalunya donde la marca española tiene una carpa exponiendo los principales modelos que cumplen años en el 2023. Una propuesta imposible de rechazar. Entre las 10 flamantes joyas que íbamos a rodar, primero por carretera y luego por el trazado del circuito estaban ... el FL y el Bocanegra. Llegó el momento de la elección y, sin pensarlo, pedí el FL el mismo que había visto en el museo. Piel de gallina, sensaciones muy íntimas y cómo va el coche. Bravo por el equipazo de SEAT Históricos que los mantiene de maravilla.
Tampoco me quiere extender mucho pero tengo que terminar contando que luego, como nos indicaron que podíamos cambiar para rodar en circuito, el Bocanegra estaba allí para que lo luciera al público. Qué grata impresión, trazando cada curva, viviendo ese rugir del motor y "olor" a gasolina, la dirección directa y manejando el cambio con una extrema suavidad. Buff... lo dejo aquí.
Después de tantos coches y vehículos que han pasado por mis manos, lo vivido al volante de estas bellezas de antaño te transportan a un emocionante pasado. Me siento un privilegiado. Muchas gracias a toda la familia de SEAT que durante estos 70 años ha puesto su granito de arena en la fabricación y los que quedan aún por llegar por haber hecho tanto por la automoción de este país.