A diferencia de lo que sucede con los otros modelos, el T-Cross goza de un acceso algo más alto para entrar y salir del coche, más cómodo. Para complementarlo disponemos de una espectacular capacidad del maletero de 385 litros, que puede incrementarse hasta los 455 si desplazamos longitudinalmente el banquillo de los asientos traseros, que también nos permite modificar la inclinación de los respaldos, manteniendo las cinco plazas y si los plegamos entonces nos queda una enorme capacidad de 1.281 litros si se quiere viajar solo a los dos ocupantes de enfrente.
La gama del T-Cross consta de tres variantes, dos con el motor de 1.0 TSI de tres cilindros de 95 ó 110 CV y el de nuestra prueba de 150 caballos y cuatro cilindros. Cambios manuales de 5 y 6 velocidades o automático de 7, acabados Advance y Sport. Precios; desde 24.170 euros.Al volante el T-Cross tiene una conducción y sensaciones muy similares a su homólogo VW Polo. Noto un poco más de inercias de la carrocería en tramos de muchas curvas, pero casi inapreciable y mirando muy delgado. Cuando en la mecánica aquí juega un papel muy importante el rendimiento del conocido motor de cuatro cilindros del Grupo VW, muy eficiente y agradable sobre todo porque ayuda a esta percepción el fenomenal cambio automático secuencial de doble embrague de 7 velocidades. Un pase y totalmente recomendable. ¡Un maridaje perfecto!. Siempre dispuesto a seleccionar la marcha ideal (también podemos hacerlo de forma manual) y con el sistema de desconexión de 2 cilindros, cuando la inercia que llevamos lo detecta, que le ayuda a rebajar el consumo de gasolina.Cilindrada: 1.498 cc / Potencia: 150 cv / Aceleración 0 a 100 km/h: 8,5 seg / Tracción: delantera / Consumo WLTP: 4,8 l/100km / Medida: 4,10 m / Maletero: 385 litros / Precio : 32.230 euros.