Honda CR-V 1.6 i-DTEC 4WD Elegance


Fiel a su leyenda, esta mejora sustancial de la cuarta generación supera con creces a las anteriores. Una larga historia de éxitos comerciales como lo demuestra el hecho que fue el SUV compacto más vendido en el mundo durante los primeros nueve meses del año pasado.

Ahora nos vuelve a sorprender con un nuevo motor diesel y transmisión automática de 9 velocidades que une con las últimas tendencias en infoentretenimiento y una mayor seguridad para los pasajeros, tanto por asfalto como por caminos.

En esta ocasión, una puesta al día va mucho más allá de lo que es costumbre, ya que la marca japonesa en cuestión de tecnología es líder, con soluciones de ingeniería mecánica y de confort a bordo muy avanzadas.

Como pueden apreciar su cambio de estilo es evidente, especialmente en la parte frontal con unas nuevas ópticas de luces LED para la conducción diurna en unos faros delanteros que dibujan una estética dinámica orientada hacia la también nueva parrilla, donde la parte inferior transmite más anchura a la estética del CR-V y que complementa con las vistosas llantas de aleació de 17 o 18 pulgadas, según las versiones.


Por dentro, el nuevo diseño del cuadro de instrumentación, con efecto cromato, acoge la también nueva pantalla táctil de 7” que nos mantendrá conectados mediante el Honda Connect, un sistema que me ha encantado porque he podido comprobar su sencillo e intuitivo sistema operativo Android 4.0.4 utilizado y conocido en los smartphone. Sus iconos codificados por colores y utilizados por deslizamiento o toque nos permiten una rápida identificación cuando se accede en Internet mediante dos aplicaciones previamente instaladas (Honda App Center) que también incluyen la navegación por satélite de Garmin, la cámara de visión trasera muy útil para aparcar y el resto de información del vehículo, así como las principales estadísticas de viaje.

Por lo que respecta a las motorizaciones, la principal novedad es el diesel  de cuatro cilindros i-DTEC 1.6 litros de 160 CV, exclusivo para el mercado europeo, que sustituye al anterior 2.2 litros. Monta un nuevo turbo de dos etapas que funciona con una progresividad increíble. Me ha sorprendido por la poca sonoridad y la fuerza a bajas revoluciones que encaja a la perfección con el nuevo cambio automático ZF de nueve velocidades. Por otro lado, se puede escoger entre la tracción delantera 2WD y a las cuatro ruedas 4WD. La otra mecánica diesel  rinde 120 CV y el propulsor de gasolina es el conocido 2.0 i-VTEC de 155 caballos. Precios; entre 27.500 y 40.100 euros.


Así pues , con todos los gadgets de prevención y seguridad habituales en un SUV de categoría Premium, como por ejemplo el sistema de alerta de cambio de carril involuntario o si detecta que se acerca un vehículo cuando ponemos la marcha atrás, el placer de conducción es uno de sus puntos fuertes que sabe conservar en cada generación.

Ampliando las funciones de conectividad, el sistema de Honda también admite la tecnología MirrorLink que nos permite duplicar la pantalla del teléfono a través del Honda Connect a la que incorpora el CR-V. Fácil y cómodo. Otra de las aplicaciones instaladas es Aha, que nos brinda el acceso a miles de canales de audio. La interfaz de Aha busca cualquier punto de interés, localiza hoteles o los restaurantes más cercanos, una cuenta de Twuitter o in forma del pronóstico del tiempo.

Y como ya es costumbre de la casa nipona, la comodidad a bordo es intocable en cada generación. Confort absoluto, con acabados de gran calidad. Pero lo mejor viene ahora; una estupenda capacidad del maletero de 589 litros (caben cuatro bolsas de golf y equipaje), que puede ampliarse hasta los 1.648 fácilmente al tirar de un asidero, plegándose los asientos traseros y dejando una superficie completamente plana.

Cilindrada: 1.597 cc / Potencia: 160 cv / Aceleración de 0 a 100 km/hora: 9,6 segundos /  consumo medio: 4,9/100km / Peso: 1.630 kg. / Precio: 34.300 euros.