La segunda generación de este
interesante SUV, aparecido en nuestro mercado el 2013 por primera vez, es mucho
más que un restyling de media vida que normalmente hacen los fabricantes,
puesto que se pone al día en temas de seguridad y tecnología, aprovechando para
hacer cambios en el diseño.
Como pueden ver en las
imágenes, el frontal del nuevo Kuga es una de las grandes novedades, con una
parrilla trapezoidal de gran tamaño al estilo de los modelos S-Max y Edge.
También son nuevos los faros posteriores, el dibujo de las llantas y los faros
delanteros que ya integran las luces diurnas en LED. La versión probada lleva
las barras en el techo, el freno eléctrico de estacionamiento y apertura y
cierre automático del portón trasero, solamente con la acción de pasar el pie
por debajo del paragolpes.
Por dentro, siempre me ha
gustado la buena habitabilidad y sensación de espacio que disfrutan los cinco
ocupantes con una cuidada realización y calidad de los materiales empleados,
característica habitual en los modelos de la marca del óvalo. Ahora también es
de jueva factura el volante con levas detrás en las versiones de cambio
automático y la pantalla de 8 pulgadas (en el acabado Trend conserva la de 4,5”
de antes) integrada en la consola central, que nos permite controlar el sistema
multimedia SYNC3 con un funcionamiento similar a una tablet o por control de
voz, compatible con Apple Caro Play y Android Auto.
La gama mecánica consta
de tres opciones del motor de gasolina EcoBoost, considerando como uno de los
mejores de mundo en este combustible, con potencias de 120, 150 y 182 CV, los
dos primeros solamente con tracción delante y el más potente con 4x4 y cambio
automático. Por lo que respecta a los diesel
tenemos el nuevo 1.5 litros de 120 CV y las dos variantes del 2.0 TDCi
con 150 y 180 CV, el primero en tracción dos y cuatro ruedas y el segundo, que
hoy probamos, con tracción integral y el fantástico cambio automático
PowerShift de seis velocidades únicamente. Precios; desde 18.500 euros.
No varía el sistema
off-road ideal para el uso polivalente carretera/montaña, conservando un
aspecto clave por este SUV de 4,5 metros de longitud como es la estabilidad en
las curvas y la buena respuesta de este motor en las recuperaciones, además del
confort de marcha cuando circulamos por caminos de montaña.
Entre las ayudas a la
conducción detacaría el sistema autónomo en las maniobras de aparcamiento las
puede hacer en paralelo. También el freno automático en caso de colisión
funciona hasta 50 km/h (antes era hasta 30 km/h) y el sistema que adapta la
cantidad del haz de luz de los faros
delanteros que lo realiza en base a siete parámetros sin que moleste a los
otros conductores.
Cilindrada: 1.997 cc /
Potencia: 180 cv / Peso: 1.716 kg / Tracción: total / Aceleración 0 a 100 km/h: 10,0 segundos /
Consumo medio: 5,2 l/100km / Precio: 33.200 euros.