Palabras mayores. En efecto, el coqueto y atractivo modelo que hemos probado en esta ocasión
es la versión más potente que en la actualidad tiene Mini en su catálogo. Son
nada menos que 231 CV que tenemos disponibles bajo el capó que transmiten tanta
deportividad como estemos dispuestos a pedirle.
Un verde específico para el nuevo John Cooper Works (Rebel Green)
personaliza su bella estética con esas vistosas llantas de 17”, techo y carcasa
de los espejos retrovisores a juego y frontal musculoso junto con la
espectacular trasera, en la que predomina la salida del doble escape central,
dan mucho que mirar y volver otra vez la vista a su paso.
Por dentro continua el espectáculo con los asientos deportivos con
reposacabezas integrados, el volante multifunción, los pedales y el reposapiés
en acero inoxidable además de los embellecedores en los umbrales de las puertas
y las info adicionales de la presión del turbo, de aceite y el cronómetro.
Para la prueba nos pusimos al volante de nuevo MINI JCW que monta el cambio
automático y lleva el sistema que se puede elegir entre diferentes modos de
conducción que afectan al sonido del motor, su respuesta, la gestión del cambio
de marchas y la regulación de la dureza de las suspensiones. Todo un lujo
técnico para realzar aún más las sensaciones deportivas, también de confort y
tacto que tanto gustan en un MINI.
Nos gusta la sensual y peculiar interpretación de todo el conjunto estético
tanto dentro del habitáculo como por fuera y en cuanto se ponen en marcha tiene
unas perfectas medidas exteriores de apenas cuatro metros de largo para
circular con soltura en la urbe y con la relación peso/potencia son palabras
mayores la experiencia de percibir como sube de vueltas con tanta facilidad
apoyado por un cambio de seis marchas súper rápido, magníficos frenos que firma
Brembo y esa firme estabilidad que aporta la dosis justa de seguridad.