SEAT Ibiza Cupra


Impresionante. Llevar pegado en la chapa el apellido “Cupra” en un modelo de la marca de Martorell quiere decir que estás al volante de la máxima deportividad en estado puro. Se han de abstener de su compra quienes no buscan emociones fuertes, un tacto casi de competición en las suspensiones, dirección, frenos y, sobre todo, en la respuesta del motor 1.8 TSI, pero conservando la filosofía que tanto gusta a los incondicionales y a la que yo me apunto en un coche que también sabe aportar la comodidad y practicidad para el día a día, dejando las reacciones de un pura raza cuando nos apetezca.

El Ibiza Cupra forma parte de una gama que ya ha cumplido 20 años de historia, desarrollada en tres modelos distintos: el Ibiza, el Córdoba y León. Sin duda han sido y son el claro reflejo en la finalidad de "crear ilusiones" que en su día SEAT Sport puso al alcance de los conductores más exigentes. Una gama nació en 1996 cuando el Ibiza Kit Car se adjudicó el Campeonato del Mundo de Rallyes en la categoría de 2 litros. Desde entonces SEAT ha sacado al mercado 15 versiones.


La estampa externa ya nos indica lo que puede dar de sí este modelo. Una personalización que podríamos calificar de discreta, pero muy diferenciada del resto de los Ibiza, empezando por las llantas de aleación "Barcino" de 17 pulgadas que montan neumáticos 215/40, paragolpes específicos y pintados del mismo color de la carrocería, faros Bi-xenon + AFS con luces de circulación diurna y detrás la salida central del tubo de escape de forma trapezoidal.


Para el interior el nuevo Ibiza Cupra está personalizado con los asientos delanteros deportivos, una realización de los acabados de mucha calidad y la última tecnología en conectividad Full Link para los smartphones e infoentretenimiento. Además de una amplia incorporación de elementos de serie reservados a un coche de gama alta, como la suspensión adaptativa, pedales en aluminio, detector de fatiga, volando multifunción y pomo del cambio en piel, sensores de lluvia y luces, climatitzador automático o la pantalla táctil de 5 pulgadas, que pueden combinarse con diferentes paquetes de opciones para terminar de redondear uno de los compactos con más prestaciones de su categoría.


Si hay una particularidad que siempre me ha gustado del Ibiza es su estabilidad. Una sensación que en su "hermano" León toma el máximo protagonismo y me atrevería a decir que continúa siendo la referencia para el resto de sus competidores. Pero el Ibiza no se queda atrás y la combinación entre este fantástico motor de gasolina y la tecla Sport para la suspensión pilotada, le permite expresar una sensación de control y prestaciones que ya querrían muchos deportivos. Las aceleraciones son fulgurantes así como las recuperaciones en cualquier marcha y régimen de vueltas, con un sonido característico del motor que enamora desde el primer momento. Quiere curvas porque se encuentra muy a gusto y cuando rueda por autovía el hecho de tener tanta potencia disponible da mucha tranquilidad.  

Cilindrada: 1.798 cc / Potencia: 192 cv / Aceleración de 0 a 100 km/h: 6,7 segundos / Consumo medio: 6,2 l/100km / Peso: 1.260 kg / Precio: 21.400 euros.