Subaru BRZ 2.0i Sport


Diversión asegurada. Este atractivo coupé nos cambiará la expresión de la cara cuando nos pongamos. Es el típico 2+2 plazas, con tracción atrás y motor bóxer atmosférico. Sinónimo de diversión en estado puro. Además, ahora recibe la lógica actualización, pero sin modificar ni un ápice su carácter de deportividad entendida como una conducción muy dócil y previsible.

Se han rediseñado el parachoques delantero, el frontal con una parrilla inferior que mejora la aerodinámica y la refrigeración, las branquias de las aletas delanteras, el difusor trasero, las llantas así como la adopción de luces LED tanto para los faros delanteros como para los pilotos posteriores, además del espectacular alerón trasero, fabricado en aluminio.


Por dentro, el volante es algo más pequeño de diámetro que la versión del 2012, más deportivo y ahora multifunción. También me gusta que en el cuadro de instrumentación se hayan resuelto los anteriores relojes que medían la temperatura y nivel de combustible, ahora incluidos en el display situado a la derecha, que nos permite seleccionar parámetros como un indicador de fuerzas G, el dibujo de las curvas de potencia y par, el ordenador de viaje o las temperaturas del agua, aceite, voltaje o cronómetro. Novedad también es la pantalla táctil de 6,2” que incluye el sistema de conectividad “Subaru Starlink” y en los nuevos botones para la climatización, más vistosos y funcionales que antes. También me encanta el detalle del logotipo BRZ bordado en los respaldos de los asientos delanteros.

Una vez realizados unos cuántos kilómetros uno enseguida se da cuenta cómo han refinado el bastidor y las suspensiones de respuesta más firme sin ser incómoda. De todos modos siguen siendo fieles a la tradición la eficacia de los frenos y la rápida y precisa dirección que combina perfectamente con la rotunda respuesta de los 200 caballos disponibles bajo el capó. Todo, absolutamente todo, pensado para sentir y respirar deportividad en cada uno de los poros de la carrocería. Y es que por un precio un poco por debajo de los 30.000 euros se puede experimentar las reacciones de pilotaje, siempre ayudados por el control de estabilidad de cuatro niveles de intervención que nos corregirán de posibles errores de conducción, dentro de un límite, por supuesto.


Por lo que respecta al motor bóxer de gasolina con inyección mixta directa/indirecta incluye mejoras en el cigüeñal, válvulas, bomba de combustible, árbol de levas y un tratamiento en las camisas de los cilindros para la durabilidad. El cambio de marchas puede ser manual de seis velocidades o automático, también de seis, en opción. De versiones hay tres: 2.0i Sport con un precio de 29.650 euros; 2.0i Executive que vale 31.150 euros y la 2.0i  Executive 6AT que cuesta 32.650 euros.

Cilindrada: 1.998 cc / Potencia: 200 cv / Aceleración de 0 a 100 km/hora: 7,6 segundos /  Consumo medio homologado : 7,8 l/100km / Peso: 1.243 kg / Precio: 29.650 euros.