La tercera generación de
este turismo de 4,04 metros de longitud y que solo se comercializa en 5 puertas
de la marca coreana ha experimentado un cambio radical, respecto a su
predecesor. Hoy nos ponemos al volante de la interesante versión que lleva la
hibridación ligera de 48 voltios que incluye el motor eléctrico de acumulador
de litio que ayuda sobre todo en la dosis extra de potencia desde bajas
revoluciones y al mismo tiempo permite llevar el distintivo ambiental ECO de la
DGT y se beneficia de la reducción entre un 3 y un 4 por ciento de consumo,
especialmente en recorridos urbanos, para complementar al motor térmico de tres
cilindros que lleva un turbocompresor.
La gama del i20 está
estructurada en cinco acabados; Essence, Klass, Tecno, Style y Style Lux que
incluye en el sistema de sonido Premium Bose, con potencias de 85, 110 y 120
CV, combinadas en transmisiones manuales de 5 y 6 marchas y la automática de
sed. Precisamente en este mes se incluirá la versión deportiva i20 N 1.6
litros, cuatro cilindros, de 204 caballos.Se puede personalizar en
una paleta de 10 colores y el techo en negro. Por dentro me gustan las dos
pantallas de 10,25 pulgadas, una por el cuadro de instrumentación y el otro
táctil situada en la posición central para la conectividad que Hyundai denomina
"Bluelink" para las funciones de infoentretenimiento con nuestros
Smartphone.
La mecánica del i20 de
nuestra prueba responde muy bien desde prácticamente la primera revolución
ayudada por un cambio súper rápido. Si con estas sensaciones ya es muy
agradable de ponerse al volante, lo que también me dejó pasmado en su
presentación y ahora lo he podido corroborar durante la prueba de un poco más
de 800 kilómetros, es el impecable comportamiento dinámico, con una
sorprendente estabilidad.
Cilindrada: 998 cc / Potencia: 120 cv /
Aceleración de 0 a 100 km/h: 10,3 segundos / Peso: 1.190 kg / Tracción:
delantera / Consumo combinado WLTP: 5,3 l/100km / Precio: 24.900 euros.
