Decía en una primera prueba de la versión gasolina del nuevo DS3 que no podía hacer ni un kilómetro sin darme cuenta de la expectación que despierta su paso y ha vuelto a pasar. Y es que la marca francesa ha comenzado una nueva gama de modelos “distintive” que atrae todas las miradas. Un nuevo universo donde la imagen y la forma de relación con los clientes son los ejes principales.
En su presentación oficial se ofrecían 38 combinaciones diferentes que, asociadas con la amplía oferta de llantas de aleación y las mecánicas, hacen muy interesante la compra del DS3. Precisamente en estos días se ha puesto a la venta la colección de verano con tres nuevas decoraciones de techo (Co design, Map y Plane) lo que demuestra que Citroën quiere llenar de glamour el asfalto. Le seguirán el DS4 y el DS5 en la misma dirección, modelos de lujo de las respectivas categorías C3, C4 y C5. Solamente toman la base rodante, se rebaja la carrocería ligeramente 2 mm. y se montan unas suspensiones de acuerdo con el propulsor que monta bajo el capó.
Por dentro, los cinco ocupantes disfrutan de un ambiente muy exclusivo. El tacto de los materiales, la deportividad de elementos como los tres pedales, el volante y los asientos o la mezcla de los acabados tradicionales y zonas donde el color del techo toma protagonismo en el conjunto del diseño del cuadro de instrumentación, proporcionan una atmósfera elegante. El lujo es claramente superior a su hermano C3 pero comparten el bienestar a bordo que siempre ha sido una seña de identidad. Además, esta versión la encuentro especialmente cómoda y está muy bien insonorizado el interior. También me gusta la buena visibilidad que tiene el conductor en todos los ángulos, cosa que favorece una conducción más eficiente y relajada tanto por ciudad como por carretera.
De la experiencia a su volante ya la he mencionado en otras ocasiones, pero quiero añadir el tacto y la potencia de los frenos. Del motor nada por descubrir de un viejo conocido como es el diesel HDI con filtro de partículas y que siempre se muestra muy voluntarioso para subir de vueltas a cualquier régimen. Un gran motor que en este modelo en concreto le va como el anillo al dedo porque gasta muy poco, ofrece unas prestaciones sensacionales y tiene una respuesta muy agradable. Siempre quiere más y más, ayudado por un cambio de cinco marchas que nos permite aprovechar al máximo su potencia. Con esto también quiero decir que no tenemos que caer en la trampa de que este modelo es un coche urbano, puesto que tiene suficientes argumentos para disfrutar de una conducción divertida cuando salimos de la ciudad. En ese momento, con la agilidad de su chasis y las suspensiones, notaremos como su comportamiento es muy previsible y el paso por las curvas los resuelve con una exquisita estabilidad.
Dicen que las tradiciones son para mantenerlas y en este caso Citroën vuelve a revolucionar el mundo del diseño del automóvil con un modelo rompedor y diferente que también veremos su cara más agresiva en el mundo de la competición de la mano del DS3 R3.
Dicen que las tradiciones son para mantenerlas y en este caso Citroën vuelve a revolucionar el mundo del diseño del automóvil con un modelo rompedor y diferente que también veremos su cara más agresiva en el mundo de la competición de la mano del DS3 R3.
Y en otro orden de cosas, la última novedad de este fabricante es la introducción de los sistema “eTouch” en el modelo C5 que mediante la tecla SOS de cuadro rápidamente se identifica el coche vía GPS en el caso de un accidente o si pulsamos la tecla “doble chevron” damos aviso a una plataforma centralizada de asistencia para nos vengan a echar una mano.
Cilindrada: 1.560 cc / Potencia: 90 cv / Aceleración 0 a 100 km/h: 11,5 segundos / Consumo medio: 3,8 litros/100km / Peso: 1.080 kg. / Precio: 18.105 euros.