Citroën Grand C4 Picasso
Hasta siete plazas. Absolutamente ninguno de los siete adultos se quejará por el espacio que tienen disponible dentro del habitáculo, porque este monovolum está hábilmente pensado para acogerlos sin ninguna dificultad y no como a veces sucede en otros modelos que en realidad son 5+2 al ser un poco más pequeñas las dos plazas de la tercera fila. Con este nuevo modelo de Citroën es justo lo contrario, siendo el único de su categoría que dispone, además, de dos entradas de aire para esta zona.
La nueva plataforma EMP2 ha permitido evolucionar este modelo que sale de la factoría de Vigo hacia un nuevo concepto interior porque con las siete personas sentadas todavía disponemos de 170 litros de capacidad del maletero, que aumentarían a 575 con cinco ocupantes o hasta 704 si avanzamos 15 cm los tres asientos de la segunda fila.
Lo curioso es que mide prácticamente lo mismo que la generación a quien sustituye (4,60 m) y esto es debido a que incrementa en 11 cm la distancia entre los dos ejes. Por otro lado, a mi me ha encantado que todavía sea más cómodo que el anterior Grand Picasso, que ya destacaba en este sentido, con una sensación de bienestar que se agradece cuando se viaja.
Ahora los asientos delanteros pueden disponer de un sistema de masaje. También los ocupantes de la segunda fila tienen de manera opcional dos pantallas instaladas en los reposacabezas delanteros y para hacerlo todavía más exclusivo el pasajero de la derecha de delante puede disponer de un reposapiernas como los que habitualmente tienen quien viaja en avión en primera clase.
La gama del nuevo Grand C4 Picasso se compone de 11 versiones y dos potencias en gasolina de 120 y 155 CV y de una mecánica diesel e-HDI de 115 CV, la que he probado, pero a primeros de 2014 llega el motor Blue-HDI de 150 caballos que ya cumplirá la normativa Euro 6. Precios; entre 21.000 y 30.500 euros, con caja manual de 6 velocidades y una automática robotizada que se puede asociar únicamente al diesel de 115 CV.
La primera impresión que tendrá el conductor y también los demás ocupantes es la extraordinaria luminosidad con los 5,7 metros cuadrados de superficie de cristal que rodean a los pasajeros. Además, quien conduce tiene un visión muy diferente de lo que es habitual en un turismo, porque disfruta de una visibilidad increíble que le aporta el hecho de que el cuadro de instrumentación esté situado en el centro, con una pantalla táctil muy intuitiva y la información superior configurable en dos diseños con indicadores redondos o cuadrados.
Gasta poco, de frenos va sobrado y su conducción invita a pasar momentos muy agradables a bordo. El motor diesel HDI siempre tiene una respuesta muy progresiva, es silencioso y estira de lo lindo en caso de necesidad en los adelantamientos.
En mi opinión, Citroën vuelve a apostar por el diseño, la tecnología y la filosofía familiar que en este modelo, acierta de pleno.
Cilindrada: 1.560 cc / Potencia: 115 cv / Aceleración de 0 a 100 km/h: 12,1 segundos / Consumo medio: 4,0 litros/100km / Peso: 1.318 kg. / Precio: 24.250 euros (e-HDI Attraction).