Renault Mégane R.S.

Hoy nos hemos puesto al volante de uno de los coches, mejor dicho deportivos que sale de la factoría de Palencia y que llega para animar el parque automovilístico. Les pongo al corriente: dos combinaciones de chasis, potencia a raudales, frenos impresionantes y una silueta que entra por los ojos. Claro que decirse de apellido “Renault Sport” con una estirpe que empezó con el añorado R8 Gordini y últimas creaciones como el R26 R, ya nos predispone a poder experimentar de lo que es capaz de hacer de bueno este fabricante generalista.

Del mismo modo que pasa con el Clio R.S., el Mégane se ofrece con dos tipos de bastidor; Sport y Cup. Dos configuraciones para dos conductores muy diferentes ya que la “Cup” es más radical. En ambos casos cuenta con neumáticos 225/40 en llanta de 18” (de 19 pulgadas, que monta unas 235/40 en opción) y frenos de disco Brembo con pinzas delanteras de 4 pistones, además de un esquema del tren delantero hecho en aluminio y que lleva un tirante pequeño adicional y conexiones por rótulas para mejorar todavía más la estabilidad. Traducido a un lenguaje más llano; una estabilidad y, sobre todo, precisión de la dirección realmente sensacional. Da gusto enlazar las curvas. Siempre tendremos la sensación de mucha seguridad.

Si las reacciones del nuevo R.S. Mégane son las que busca el conductor que quiere que cada trayecto cotidiano sea una experiencia a recordar, cada vez que entre en el habitáculo tampoco le dejará indiferente. Tampoco quiero dejarme de explicar el impacto que dibuja su vistoso frontal que imita en la parte baja los “bigotes” de un F1 o el difusor de la parte trasera.

Ahora sí, sentémonos al volante. Antes que nada, ya nos damos cuenta de que los asientos delanteros recogen perfectamente la espalda y las piernas. Las dos tonalidades del cuero haciendo juego (en nuestro caso) con el amarillo de fondo de los relojes del cuadro de instrumentación, los pedales de estilo “racing” aligerados y la clásica señal en el medio de la parte superior del aro del volante, como es habitual en un coche de carreras para señalar que las ruedas están centradas, es una ambientación deportiva muy personal. Me gusta mucho el tacto y su medida del volante y la claridad de información que tenemos a nuestro alcance. La exclusividad la ponen las opciones de los asientos Recaro, el navegador TomTom y el Renault Sport Monitor, un sistema que nos informa de toda la telemetria del vehículo y nos permite variar algunos parámetros de gestión de la mecánica, además del diferencial mecánico autoblocante de desplazamiento limitado GKN Driveline. Vaya; de carreras.

Resumir en pocas palabras lo que sucede al volante del nuevo R.S. quizás sea complicado. Son tantas sensaciones.... Voy a intentarlo. La aceleración es espectacular en cada una de las seis marchas y las recuperaciones más de lo mismo. Por otro lado, el paso por las curvas no parece que sea tan rápido, pero lo es. Y cómo frena !!!. Es un coche muy especial.

Cilindrada: 1.998 cc / Potencia: 250 cv / Aceleración 0 a 100 km/h: 6,1 segundos / Consumo medio: 8,4 litros/100km / Peso: 1.387 kg. / Precio: 26.450 euros.