Esto ya son palabras mayores, más todavía porque lleva el cambio de doble embrague DSG. El mito se va renovando día a día para conservar el prestigio que ha ido logrando que cada generación sea esperada con una inusual expectación. Hoy nos ponemos al volante de la versión más deportiva en diesel. O sea que cambian las famosas siglas GTI por GTD, pero con una premisa común para los dos: disfrutar de la conducción de un modelo compacto al más alto nivel. Aspecto que el GTD, con sus 170 CV cumple con creces.
Como ya es habitual en las versiones más potentes del grupo Volkswagen y especialmente en el Golf, no son coches que aparentan más de lo necesario. Una discreción premeditada que ya forma parte de la historia de este mito de la automoción. De todos modos, las siglas GTD enganchadas en la parte izquierda de la parrilla frontal y en la puerta trasera, ya nos avisan de que bajo el capó hay caballos y tecnología de primer nivel. Y como también pasa con el GTI de gasolina, el nuevo GTD está disponible en la carrocería de 3 y de 5 puertas.
Por dentro del Golf ha conseguido una madurez increíble. Quizás siempre tan austero pero a la vez tan funcional. Nada de cara a la galería. Todo está muy a mano, muy bien situado y con una calidad de realización exquisita. Me gustan, mejor dicho, me continúan gustando como siempre el tamaño de los asientos y cómo recogen perfectamente la espalda. Además, el conductor tiene mucha información al alcance, como por ejemplo la temperatura del aceite del motor. Y del ambiente que se vive en su interior quería destacar que tanto el volante deportivo, con la parte recta en la zona baja del círculo como los pedales en aluminio nos aportan elementos de deportividad que son de agradecer.
Del comportamiento en carretera hay un apartado que me tiene enamorado, es el equilibrio del chasis para hacer tanto fácil su conducción. Nunca las reacciones de las suspensiones comprometen el confort de los ocupantes. Firmes sí, pero no molestas. Y el paso en las curvas es uno visto y no visto, sin balanceos de la carrocería y con una gran dosis de precisión de la dirección. Por otra lado, la respuesta de la mecánica es una inyección de adrenalina constante. La gestión del fabuloso cambio secuencial de doble embrague DSG es tan rápida y efectiva que me atrevo decir que va mucho mejor en el GTD que en su hermano GTI. Seguramente tiene mucho que ver que en este propulsor, dotado de turbocompresor de geometría variable, la respuesta a muy bajas revoluciones es mucho más contundente a la hora de cambiar de marcha.
En cuanto a seguridad el GTD ya lleva el airbag de rodillas de serie y el de los laterales traseros se ofrecen como opción. También lleva faros bi-xenón direccionales y las asistencias electrónicas para la tracción delantera que son de gran ayuda cuando queremos sacar todo el jugo a este propulsor diesel que pertenece a la nueva generación de alimentación por conducto común. ¡ Ah! Y con una relación prestaciones/consumo de combustible realmente buena.
Cilindrada: 1.968 cc / Potencia: 170 cv / Aceleración 0 a 100 km/h: 8,1 segundos / Consumo medio: 5,6 litros/100km / Peso: 1.351 kg. / Precio: 28.190 euros.