Ya no se puede pedir más. Si el motor diesel de segunda generacion, el i-DTEC de la marca japonesa ya era un prodigio de suavidad de funcionamiento, confort acústico y prestaciones, con la incorporación de la nueva transmisión automática que Honda ha desarrollado específicamente para este propulsor, el grado de confort de conducción aumenta considerablemente.
La nueva caja es de cinco velocidades y puede funcionar de forma secuencial mediante las levas detrás del volante.
Y aqui llegan las primeras dudas sobre si el cambio de solamente cinco marchas seria el más recomendable para este propulsor, ahora que otros fabricantes se han apuntado a la moda de los de seis o siete. Pues bien, nuestras dudas se esfumaron nada más recorrer unos pocos kilómetros. No hacen falta más guarismos en este apartado; el 5 es el ideal para un motor tan perfeccionista como este. Y es que actualmente no hay ningún diesel 2.2 litros que funcione tan bien como el i-DTEC. Me tiene encandilado por dos razones: la suavidad de funcionamiento y el reducido consumo.
Como sucede con la berlina y el familiar Tourer de la octava generación de este modelo, que inició su venta con el cambio manual en junio 2008, la versión automática también se comercializa en las dos carrocerías y acabados Executive y Luxury, con una garantia mecánica de cinco años, sin límite de kilometraje y doce de anticorrosión para la chapa.
Los precios van de 32.200 a 38.700 euros para la berlina y de 34.000 a 40.500 para el familiar. Todos con la máxima puntución en seguridad para los ocupantes (5 estrellas EuroNCAP), 4 para los niños y de 3 para los viandantes.
Cilindrada:2.199 cc/Potencia:150 CV/Vel.máxima: 207 km/hora/Aceleración: 10,2 segundos/Consumo medio: 6,4 litros/100km/Precio: 34.000 euros, versión Executive.