Land Rover Discovery 3.0 TDV6 HSE

Es un auténtico todoterreno, sin dejar de lado el lujo y el bienestar a bordo que invita a los afortunados ocupantes, que pueden ser cinco o siete, dependiendo de la configuración que se pida. Además, el nuevo motor V6 biturbo diesel y las buenas maneras del sistema “Terrain Response” que actua en el ABS, ESP y la gestión del cambio, además de la reductora, garantizan una inmejorable efectividad total en cualquier situación, ya sea en carretera o fuera del asfalto.

Antes de empezar la exposición de lo que me ha parecido la prueba de este modelo, convendría echars un vistazo a la gama Land Rover 2010. Por ejemplo, el famoso Range Rover le han dotado de un nuevo motor de gasolina de 5 litros y 510 CV y un diesel TDV8, de 3,2 litros y 272 CV. La máxima expresión en lujo la pone la pantalla táctil de doble visión, que permite a visionar a la vez una película por parte del acompañante, mientras que el conductor consulta del mapa del navegador.

Al Range Rover Sport del 2010 le han hecho unos ligeros retoques estéticos externos (nuevos grupo ópticos y paragolpes) también incorpora el mismos motores del Range y añade el nuevo TDV6 de 245 CV. La exclusividad corre a cargo de las nuevas ediciones especiales Autobiography; Cannes, Portofolio y Valencia y otras tres deportivas; Le Mans, Monza y Monaco. Y si hablamos del nuevo Freelander 2 de la gama del próximo año ya traerá de serie el sistema Star/Stop en las versiones de cambio manual. Es el sistema que apaga el motor cuando nos paramos en un semáforo y se vuelve a poner en marcha cuando la iniciamos, así ahorra combustible y contaminación.

Y por último nos queda el Defender. En el Salón de Frankfurt se presentó una edición limitada a 850 unidades, denominada Defender Fire y Defender Ice, que se las conoce por sus carrocerías bicolor (naranja-negro y blanco-negro) inspiradas en los paisajes más extremos y peculiares del planeta, como son las tierras volcánicas y las zonas completamente heladas.

Ahora sí; volvemos a la prueba. Esta es la cuarta edición del Discovery que nace a los finales de los años 80. Un modelo que huye de las modas de los TT de lujo que normalmente se usan más por carretera que por montaña. El Discovery se mueve entre los dos terrenos con mucha autoridad. Bajo este aspecto imponente y elegante, me gusta mucho cómo sabe combinarlo con un habitáculo muy parecido a una berlina de lujo, ancho y bien insonorizado.

La suspensión neumática que trae de serie esta versión trabaja para ofrecernos, tanto por carretera como por montaña y en situaciones de compromiso “trialero”, un confort de marcha excepcional. Siempre tenemos una perfecta visibilidad hacia todos los lados y como opciones interesantes podemos incorporar una cámara de visión detrás o unas de laterales delanteras y en los retrovisores. Del resto, hay que destacar la suavidad de funcionamiento del cambio automático de 6 marchas. La otra variante mecánica es un TDV6 2.7 de 190 CV y vale 42.770 euros.

Cilindrada: 2.993 cc / Potencia: 245 cv / Aceleración 0 a 100 km/h: 9,6 segundos / Consumo medio: 9,3 litros/100km / Peso: 2.494 kg. / Precio: 54.900 euros.