Invitados a divertirse. Efectivamente, porque el primer monovolumen de Chevrolet para el mercado europeo tiene todo los ingredientes para hacernos pasar un buen rato en cada trayecto. Un vehículo lúdico por definición y apto para siete pasajeros, con un interior muy bien resuelto, buenos precios (20.030 a 25.800 euros) y tres mecánicas a escoger de generosa potencia.
Todo en el nuevo Orlando es diferente. Empezando por las vistosa carrocería, tipo “crossover” con el característico gran frontal de doble parrilla Chevrolet, continuando con los marcados pasos de rueda laterales y dejando para la parte trasera una terminación recta que da paso a una gran puerta. Un estilo de potente personalidad que se desmarca completamente de los monovolumenes actuales con quienes tiene que competir.
Por dentro, la faceta práctica toma un protagonismo destacado, con numerosos huecos para dejar cosas y la correcta calidad de los materiales. Me gusta todo el conjunto que forma el cuadro de instrumentación, tanto para el conductor como para el pasajero delantero, con el estilo inspirado en el famoso Corvette de doble cabina y la retroiluminación ambiental en color azul para la cónsola central. También aquí se nota la diferencia de un habitáculo convencional, porque incluso las tres filas de asientos están intencionalmente montadas una un poco más arriba una que la otra. Así todo el mundo puede disfrutar de una mejor vista hacia delante y hacia los lados gracias a que el techo del Orlando es completamente plano hasta el final de la carrocería y esto favorece que también los pasajeros de la tercera fila no tengan problemas de espacio en la zona de la cabeza.
Pero el nuevo monovolumen de Chevrolet, además de ser un vehículo de múltiples funciones, con una enorme capacidad del maletero si también abatimos la segunda fila de asientos (1.499 litros) y teniendo siempre la opción de poder transportar hasta siete ocupantes, invita a la diversión en primer lugar de quien se pone al volante puesto que la gama de motores no me ha dejado indiferente. Me explico; si la preferencia es gasolina, el propulsor 1.8 litros de 141 CV y cambio de seis marchas es una opción de lujo por las grandes prestaciones y la suavidad de funcionamiento. La otro opción, en diesel, es la que probamos con una mecánica de 2.0 litros que tiene una respuesta brillante en todo momento. También va asociada a un cambio de seis marchas y creo que es una de las opciones más equilibradas y la más solicitada. Pero aún hay más con el ¡ motor 2.0 de 163 CV !. Aquí sí que los padres de familia que buscan un vehículo espacioso y de diseño poco visto, pero no quieren renunciar a las prestaciones del motor tienen un gran aliado, porque de potencia irán sobrados y la diversión al volante sube muchos enteros. Yo lo he probado y es una maravilla. De todos modos, tanto con el cambio manual como el automático de 5 velocidades (reservado al más potente de la gama) la conducción del nuevo Orlando es muy cómoda. Le ayuda mucho el magnífico chasis que me recuerda el comportamiento del Cruze y el tacto de la dirección.
Cilindrada: 1.998 cc / Potencia: 131 cv / Aceleración 0 a 100 km/h: 10,0 segundos / Consumo medio: 4,9 litros/100km / Peso: 1.655 kg. / Precio: 21.150 euros.