Un autèntico escapare tecnológico. Me he puesto al volante de uno de los compactos más esperados en su segmento. Llega la tercera generación del Focus, presente en el mercado europeo desde 1998, que se presenta como un producto global puesto que se venderá conjuntamente en todo el mundo.
Si hay una característica que siempre me ha gustado del Focus y que podría extrapolar al resto de la gama, es su comportamiento dinámico. Sin duda, uno de los puntos fuertes que ahora viene acompañado de una gran carga tecnológica raramente vista en modelos de su categoría. La lista es francamente exquisita y hay que poner atención porque parece que estemos hablando de un automóvil Premium.
Así pues el Focus nos pone opcionalmente al alcance “delicatessen” tanto para favorecer la conducción como para la seguridad, en algunos casos nunca vistos hasta hoy, como por ejemplo el sistema de seguridad a baja velocidad (City Safe Mode) que por debajo de los 30 km/h frena el coche ante un obstáculo o peatón hasta minimizar al máximo el choque. También dispone de un sistema que detecta las señales de tráfico en formato redondo, o sea las de los límites de velocidad.
Ya lleva el control automático de luces largas en conducción nocturna, o sea que el sistema actúa por nosotros y cambia de largas a cortas automáticamente cuando la cámara digital montada junto al retrovisor interior detecta un vehículo en sentido contrario o un aumento de luz por ejemplo al entrar o circular en una población. También nos avisa mediante una vibración constante en el volante si nos salimos del carril en carretera y a la vez nos vuelve al carril correcto para evitar sustos innecesarios. Para complementar el asistente que he citado antes, también disponemos del detector de ángulo muerto. Dos radares situados en el parachoques trasero están constantemente en alerta y nos avisan con un punto de luz situado en los retrovisors cuando un vehículo lo tenemos en nuestro ángulo muerto.
Más cosas; la alerta de fatiga a la conducción que consiste en una revisión constante de la presión de las manos que hacemos sobre el volante y la imagen de nuestra cara. Entonces si esto está acompañado de reiteradas veces que ya nos ha avisado el sistema de cambios de carril involuntarios, inmediatamente el sistema nos recomendará que nos paremos.
Por último, no me quiero dejar la ayuda de aparcamiento automático. El coche detecta el hueco, nos da el ok y nosotros solamente tendremos que insertar la marcha atrás y la primera, ya que los seis sensores ultrasónicos que monta delante y cuatro atrás nos “aparcarán” el Focus cómodamente.
De momento estará disponible la carrocería de 5 puertas, la de 4 y la familiar. No está prevista la de tres. Por lo que respecta a las mecánicas hay cuatro de gasolina de 105, 125 y las fantásticas Ecoboost de 150 y 182 CV. En diesel los Duratorq tienen tres potencias; 95, 115 y 163 CV. Cambios de marchas manuales de 5 y 6 velocidades y el secuencial PowerShift de seis, además del sistema Start/Stop para los 1.6 litros de gasolina y diesel. Precios; entre 17.700 y 23.700 euros.
Gran salto cualitativo en los equipamientos y acabados interiores con un diseño más moderno que su predecesor y que enlaza perfectamente con la evolución del conocido “kinetic design” de Ford en la impactante imagen externa, especialmente el poderoso y atractivo frontal.
Cilindrada: 1.560 cc / Potencia: 115 cv / Aceleración 0 a 100 km/h: 10,9 segundos / Consumo medio: 4,2 litros/100km / Peso: 1.344 kg. / Precio: 20.200 euros.