La quinta generación del Polo que presenta Volkswagen supera, con creces, las anteriores. Y es que ahora se parece mucho más a un Golf a escala. Además, llega en un momento dulce para los coches “pequeños” debido a los momentos de crisis económica que estamos pasando, ya que la compra sigue el conocido efecto “downsizing”, donde el Polo tiene la oportunidad de convencer a los conductores más exigentes y que buscan comportamiento, acabados y tecnología de coche superior.
Una de las curiosidades del nuevo Polo, que se fabrica en la factoría de Landaben (Pamplona), es que huye de llegar a los 4 metros o pasarlos de tamaño, tal y como lo hacen casi la mayoría de sus adversarios. La atractiva silueta de 3,97 metros se ve elegante, también deportiva y con el valor añadido que recuerda a la estampa de su hermano, el Golf. O dicho de otra manera, coge prestado el frontal del Scirocco y el resto de un poco de cada uno de los modelos que hay en la actualidad en el catálogo de Volkswagen.
Por dentro, uno se da cuenta de que los estilistas han hecho un trabajo exquisito, subiendo el listón en la posición más alta de su categoría. Práctico, espacioso, lujoso y confortable. Cuatro sensaciones para definir la calidad de la realización en el interior. No hay duda; es la referencia a imitar, por su posición al volante, los ajustes, presentación y el tacto de los materiales, buenos asientos y efecto visual de los cuadro de instrumentación. Decía también práctico porque ahora disponemos de unos cajones bajo los asientos delanteros, porta-objetos en todas las puertas, guantera refrigerada o la posibilidad de plegar los asientos traseros para aumentar la capacidad del maletero de doble profundidad y de dos alturas, que puede pasar de los 305 hasta los 1.000 litros de capacidad.
De su comportamiento en carretera cabe destacar la estupenda estabilidad y el confort de marcha. Nunca pondremos en ningún compromiso el bastidor y gracias al control de estabilidad ESP (que llevan de serie todas las versiones) el grado de satisfacción al volante es muy elevado. También la respuesta del motor que hoy ponemos a prueba es muy buena, sobre todo en las tres primeras marchas, dejando la relación del cambio un poco más larga por las otras dos, con el fin de favorecer el consumo.
En cuanto a las mecánicas, de momento hay dos de gasolina y tres diesel, que combinadas con los acabados "Advance" y "Sport", las dos carrocerías de 3 y 5 puertas y el cambio manual o secuencial DSG de 7 marchas, da el resultado de 14 versiones. En gasolina las potencias son de 70 y 85 CV y los diesel TDI son de 75, 90 y 105 caballos. La gama de precios; entre 12.970 y 18.170 euros. Más adelante, seguramente en el primer trimestre de 2010, llegará la versión BlueMotion, con el nuevo TDI 1,2 litros de 75 CV que gastará sólo 3,3 l/100km y habrá que esperar a mediados del próximo año para ver en acción al Polo más potente, el GTI.
Cilindrada: 1.598 cc / Potencia: 75 cv / Acceleración 0 a 100 km/h: 14,0 segundos / Consum medio: 4,2 litros/100km / Peso: 1.157 kg. / Precio: 14.970 euros.